03 Ene
Peña Profética ALCANZANDO MADUREZ. No seamos tardos para escuchar y mostremos obediencia a sus mandatos, MADUREZ. Después del conocimiento recibido, es una niñada estar patinando en una misma situación, MADUREZ. Conectar con el alimento diario de la palabra es lo que hace que estemos bien ejercitados, MADUREZ. Es tiempo de dejar la fluctuaciones y poner en práctica lo aprendido, MADUREZ.
Hebreos 5:7-14
“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”
Ps. Yanira Santos de Ramos