
29 Mar
Peña Proféticas HIJOS DE DIOS. Los frutos hacen la diferencia en los hijos, todo aquel que no hace justicia, y no ama a su hermano no es de Dios Padre, HIJOS. Su Palabra es bien clara y establece como debe ser nuestro proceder, ante cualquier manifestación carnal, HIJOS. Él nos amó primero y sin condición, tenemos que amar a nuestro prójimo siempre, HIJOS. No amemos solo de palabra, sino de hecho y en verdad, HIJOS.
1 Juan 3:10-20
“En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.”
Ps. Yudy Morillo de Soto