
26 Oct
Peña Profética RENACER. Si queremos ser salvos y servir a Dios Padre, tenemos que morirnos a nosotros mismos primero. RENACER. Debemos desmontar nuestras pasiones, deseos, avaricia, mentira, engaño, lascivia, adulterio y fornicación, que son sinónimos de Carne e independencia. RENACER. Cambiemos nuestra vida de tinieblas, para que gobierne el Reino y le quitemos todo derecho al enemigo. RENACER. Ahora tenemos un manual de vida con los principios al que debemos de dar prioridad en todo. RENACER.
Juan 3:1-8
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.”
Ps. Jhon Omar Batista