07 Feb
Peña Profética DESDE EL PRINCIPIO. Somos producto de lo que no se veía, Dios Padre nos incluyó en Su proyecto eterno. PRINCIPIO. Su palabra es luz a nuestros pies, el enemigo siempre ha intentado desvirtuar Su obra, pero no prevalecerá porque ya fue vencido. PRINCIPIO. Como hijos tenemos la gran responsabilidad de llevar las buenas nuevas de salvación para que otros crean. PRINCIPIO. Todo aquel que le recibe y le da el derecho a Él, pasa de muerte a vida. PRINCIPIO.
Juan 1: 1-12
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos De Dios.”
Ps. Reyna Fulgencio de Reinoso