03 Mar
Peña Profetica VERDADERO REPOSO. Operar en carne produce en nosotros ansiedad, temor, angustia y confusión, si la crucificamos cada día podremos conquistar con mayor autoridad. REPOSO. Queremos experimentar paz sin obediencia y dependencia, engañándonos a nosotros mismos y a los demás. REPOSO. Solo cuando nos manejemos bajo el fruto del Espíritu podremos disfrutar de gozo, vida y paz; los que no, seguirán oprimidos por su propia iniquidad. REPOSO. Dios Padre siempre querrá nuestro bienestar más que nosotros mismos, pero tenemos que crucificar el ímpetu carnal que se resiste a morir. REPOSO.
Gálatas 5:16-26
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.”
Ps. Carolina Cruz de Martinez