13 Jul
eña Profética NO AMEMOS EL MUNDO. Por Su sacrificio en la cruz fuimos librados de toda marca de pecado, así que tenemos toda autoridad para desligarnos del mal. MUNDO. No podemos aborrecer a nuestro prójimo, porque
el que asume Su palabra es íntegro en todo. MUNDO. En nosotros no debe haber ningún apego a materia porque todo lo que no viene de Dios Padre es contrario a Su Propósito. MUNDO. Mantengamos la conexión con Su Palabra que es lo único eterno, todo lo demás se desvanecerá. MUNDO.
1 Juan 2:10-17
“El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos. Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”
Ps. Reyna Fulgencio de Reinoso