
31 Oct
Peña Profética HAMBRE. Nos hemos llevado de nuestras ambiciones humanas y estas nos han hecho perder el Norte de lo que verdaderamente Dios Padre tiene para nosotros. HAMBRE. Debemos tomar el control, someter nuestra voluntad y no dejar que nos domine, pues de no hacerlo es mucho lo que perderemos. HAMBRE. Hemos querido satisfacer nuestras necesidades por la vía ilegal y fácil, y no hemos cuidado lo que se nos dio, para luego lamentarnos. HAMBRE. Hay que prestar mucha atención a las ofertas del mal y no entrar en sus jueguitos de tentaciones atractivas. HAMBRE.
Génesis 25: 27-34
“Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob. Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.”
Ps. Damaris Tavarez de Mota