18 May
Peña Profética SIN DISTINCIÓN. No importa lo remoto, distante o difícil que sea conectar con Su palabra, siempre luchemos por alimentarnos de ella. SIN DISTINCIÓN. Reconozcamos nuestros errores ante Él para que Su santidad nos libere y Su Propósito nos cubra. SIN DISTINCIÓN. Aunque no entendamos Su amor a través de Su perdón, todo se activa cuando nos arrepentimos y seguimos Sus principios. SIN DISTINCIÓN. Seamos agresivos y rebasemos todos los obstáculos que se atraviesan para que todo lo espiritual se active integralmente en nosotros. SIN DISTINCIÓN.
Lucas 19:1-10“Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”
Ld. Luis García