04 Ago
Peña Profética LA GLORIA ES DE ÉL. Dios Padre no comparte Su gloria con nadie, por tanto no nos creamos más de lo que Él nos permite ser. DE ÉL. Amarlo es ir contra nosotros mismos, negarnos y vivir conforme a Su mandato, no conforme a nuestra voluntad. DE ÉL. De nosotros depende conectar a nuestras generaciones y que puedan participar de los beneficios que trae obedecerle. DE ÉL. Los que perseveran en Su palabra y las ponen por obra permanecen para siempre. DE ÉL.
Deuteronomio 6:1-9
“Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”
Ps. Reyna Fulgencio de Reinoso