
11 Sep Peña Profética NI PLATA NI ORO
Dios nos ha dotado de autoridad y poder para someter toda imposibilidad humana bajo su dominio, NI PLATA NI ORO. Somos responsable de dar a conocer a Dios Padre con nuestra vida, como luz y sal de este mundo, NI PLATA NI ORO. Démosle a nuestro prójimo de gracia lo que recibimos de gracia, NI PLATA NI ORO. Él murió para que todos seamos salvo y sano, no se lo neguemos a nadie, NI PLATA NI ORO.
Hechos 3:1-10
“Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. Éste, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios. Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.”
Ps. Jorge Batista