COMPETENCIA - Comunidad de Reino
55804
post-template-default,single,single-post,postid-55804,single-format-standard,theme-bridge,bridge-core-3.1.2,the7-core-ver-2.7.7,qi-blocks-1.3.2,qodef-gutenberg--no-touch,woocommerce-no-js,tribe-no-js,mega-menu-popup-navigation,qodef-qi--no-touch,qi-addons-for-elementor-1.7.8,qode-page-transition-enabled,ajax_updown_fade,page_not_loaded,,qode_grid_1400,vss_responsive_adv,vss_width_768,qode-overridden-elementors-fonts,columns-4,qode-child-theme-ver-27.3.1649007747,qode-theme-ver-30.7,qode-theme-bridge,disabled_footer_top,disabled_footer_bottom,wpb-js-composer js-comp-ver-7.9,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-23226

COMPETENCIA

COMPETENCIA

COMPETENCIA DE Palabras Proféticas. Hay una batalla diaria por nuestras vidas donde dos partes disputan nuestros derechos, ¿por quién vamos a luchar? COMPETENCIA. No estamos solos, tenemos todo un equipo a nuestro favor apostando a que vamos a resistir todas las facetas de esta formación Apostólica y Profética. COMPETENCIA. Este caminar requiere perseverancia, persistencia, disciplina y valor; no desmayemos porque tenemos más de lo que pensamos. COMPETENCIA. El Reino es para los agresivos, y con valor debemos ganar como niños diligentes y no como bastardos negligentes. COMPETENCIA.
Hebreos 12:1-8
Por lo tanto, puesto que estamos rodeados de una nube tan grande de testigos, despistemos todo lo que estorba y el pecado que tan fácilmente se enreda. Y corramos con perseverancia la carrera marcada para nosotros, fijando nuestros ojos en Jesús, el pionero y perfector de la fe. Por el gozo puesto delante de él soportó la cruz, despreciando su vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad al que soportó tal oposición de los pecadores, para que no os canses y perdieras el corazón. En tu lucha contra el pecado, aún no has resistido hasta el punto de derramar tu sangre. ¿Y has olvidado por completo esta palabra de aliento que se dirige a ti como un padre se dirige a su hijo? Dice: “Hijo mío, no hagas luz de la disciplina del Señor, y no pierdas el corazón cuando él te reprende, porque el Señor disciplina a quien ama, y castiga a todos los que acepta como su hijo. ”Soporten las dificultades como disciplina; Dios los está tratando como a sus hijos. ¿Por qué los hijos no son disciplinados por su padre? Si no eres disciplinado—y todo el mundo se somete a disciplina—entonces no eres legítimo, ni verdaderos hijos e hijas en absoluto.
Ps. Carolina Cruz

Comentarios

Comentarios