Peña Profética A ÉL SEA LA GLORIA - Comunidad de Reino
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Peña Profética A ÉL SEA LA GLORIA

Peña Profética A ÉL SEA LA GLORIA

La gracia que recibimos es para manifestarla y multiplicarla como Él nos ha enseñado, GLORIA. Todo lo que hacemos debe ser dirigido a Dios Padre siguiendo Su ejemplo de amor, GLORIA. El conocimiento que la palabra nos da es para reenfocar nuestros intereses poniendo al Reino delante, GLORIA. Nuestras acciones tienen que permanecer y esto se logra no buscando en el mundo y su gloria, sino la de Dios Padre y todo lo que en ella conlleva, GLORIA.

1 Pedro 1:13-25

“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y ésta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.”

Ps. Luis Miguel Moquete

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