11 Ene Peña Profética BIENAVENTURADO EL QUE SIEMBRA
Liberamos nuestras cosechas cuando sembramos con dirección y no con emoción, SIEMBRA. Hemos sembrado mucho pero no en la tierra correcta ni de la forma correcta que el manual de vida nos enseña, SIEMBRA. Seguir las pautas del Espíritu desviarán las marcas de maldición que se establecieron en nosotros, SIEMBRA. No seamos escasos ni miserables, todo lo que tenemos tiene un dueño, obedezcamos lo que Él nos ha mandado hacer, SIEMBRA.
Eclesiastés 11:1-10
“Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará. El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará. Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas. Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno. Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol; pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad. Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.”
Ps. Carolina Cruz de Martinez