Peña Profética HACER LO CORRECTO - Comunidad de Reino
5472
post-template-default,single,single-post,postid-5472,single-format-standard,theme-bridge,bridge-core-3.1.2,the7-core-ver-2.7.7,qi-blocks-1.3.2,qodef-gutenberg--no-touch,woocommerce-no-js,tribe-no-js,mega-menu-popup-navigation,qodef-qi--no-touch,qi-addons-for-elementor-1.7.8,qode-page-transition-enabled,ajax_updown_fade,page_not_loaded,,qode_grid_1400,vss_responsive_adv,vss_width_768,qode-overridden-elementors-fonts,columns-4,qode-child-theme-ver-27.3.1649007747,qode-theme-ver-30.7,qode-theme-bridge,disabled_footer_top,disabled_footer_bottom,wpb-js-composer js-comp-ver-7.9,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-23226

Peña Profética HACER LO CORRECTO

Peña Profética HACER LO CORRECTO

Los que no entienden nuestros procesos siempre juzgarán por lo que ven, no por lo que estamos conquistando, estableciendo y desatando, CORRECTO. Reconocer que hemos pecado, asumir nuestras consecuencias y apartarnos nos lleva a conectar a pasos agigantados con lo eterno y a accesar al todo de Dios Padre, CORRECTO. Cuando vamos contra el Hades afectamos nuestro entorno, la atmósfera cambia y el Espíritu nos trae nuevas revelaciones, CORRECTO. Hacer lo correcto, no importando las consecuencias nos exalta, muchos tendrán que reconocer y anhelar a Dios Padre en nuestras vidas, CORRECTO. 
 Lucas‬ ‭23:39-49

“Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho. Pero todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.”
Ps. Reyna Fulgencio de Reinoso

Comentarios

Comentarios