Peña Profética POR EL - Comunidad de Reino
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Peña Profética POR EL

Peña Profética POR EL

Cada uno de nosotros llegará a un tope donde nos cansaremos, dudaremos, nos debilitaremos y nos decepcionaremos; aún así, sigamos avanzando, POR EL. En éxitos, en fracasos, en tiempo de lluvia o de sequía, en riqueza o en precariedad, ya los hijos no vivimos por la temporada en la que estamos, sino por con quién estamos, POR EL. No sabemos hacia donde vamos, lo que necesitamos, ni como lo lograremos pero El sabe como llevarnos a conectar con lo verdadero, POR EL. Los hijos no buscan lo suyo propio, sino lo del Reino, así es el modelo que Cristo nos dejó, POR EL. 
Mateo 22:1-14

“Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad. Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.”
Ps. Carolina Cruz de Martinez

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